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27 junio 2011

Odio tanto recordarte.

Cuantas veces, habré mirado el reloj mientras pasaban los minutos.
Cuentas veces, habré esperado a que el teléfono sonara.
Tantos minutos, tumbada en mi cama, viendo como pasaban las nubes, como daban paso a la luminosa luna, viendo como la oscuridad se comía poco a poco las paredes de mi habitación. Y todo, todo por ti. Cuantas lágrimas han recorrido mi cara mientras tu recuerdo me carcomía por dentro, cuantas de ellas caían en mi almohada y por mi ropa, tantas...que no puedo contarlas. Ahora, mientras veo las nubes, pienso en todas las tardes que pase contigo, viendo el tiempo pasar por delante de nuestras narices sin darnos cuenta, viendo unos mares cristalinos y paseando por arenas suaves y mojadas, tanto tiempo a tu lado es difícil de olvidar. Por eso, cada vez que me paro a pensar en ti, ese precioso atardecer que vimos juntos me corta la respiración y me transporta a esas cálidas tardes  junto a ti...

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